Jochen Schönleber,en el Teatre de Sarrià, con un elemento de la producción de Il Conte di Marsicco |
Este fin de semana, el Teatre de Sarrià acoge todo un hito operístico: el estreno mundial de Il Conte di Marsicco, de Giuseppe Balducci, una producción de los Amics de l’Òpera de Sarrià en colaboración con el Festival Rossini de Bad Wildbald.
La ópera solo se ha representado una vez en toda su historia: en 1839, en la casa de una familia noble de Nápoles. Según diarios de la época, tuvo una gran acogida por parte del público, pero nunca llegó a estrenarse en un teatro comercial. La obra quedó olvidada, como el resto de la producción de Balducci.
Casi doscientos años más tarde, Jochen Schönleber, director del Festival Rossini de Bad Wildbald, tuvo la idea de recuperar Il Conte di Marsicco. Schönleber, desde la dirección del festival, que se celebra cada año en una localidad de la Selva Negra alemana donde veraneó Rossini, está dedicado a la búsqueda de nuevos cantantes y nuevo repertorio: “Hay más de mil óperas que solo se han representado una vez, y no por un problema de calidad, sino por mala suerte: quizás un cantante enfermo, a lo mejor un problema político o demasiadas intromisiones de la censura. Muchas veces, en la historia del arte no hay justicia”, afirma Jochen.
En el caso de Giuseppe Balducci, Jochen explica que su obra fue destruida y olvidada porque el compositor nunca fue un profesional de la música, sino director financiero de una familia rica de Nápoles que tenía tres hijas. En realidad, las óperas las compuso para ellas y sus amigas. Por eso Il Conte di Marsicco es una obra para seis voces femeninas.
El reparto, elegido en cinco audiciones en varias ciudades europeas a las que se han presentado cientos de candidatas, está compuesto por Mar Campo, Mae Hayashi, Blanca Marsans, Karina Repova, Serena Sáenz, Paula Sánchez-Valverde y Marina Viotti. Todas ellas están acompañadas al piano por Davide Dellisanti, quien también es el director musical, y Viviana Salisi.
.
.
“La música de Balducci era muy buena, pero sus historias resultan enrevesadas”, explica Jochen Schönleber. De hecho, Il Conte di Marsicco narra una historia del siglo XIII, en la que dos familias nobles se enfrentan por la reclamación de una herencia en el marco de guerras políticas. Por si fuera poco, hay también complicaciones amorosas. “En realidad, el mensaje es muy simple”, afirma Jochen Schönleber, quien también es director escénico y escenógrafo de la producción: “La obra dice que, para hacer la paz, no puedes destruir a tu enemigo. Parece algo sencillo, pero a Europa le ha costado 700 años entenderlo. Recordemos lo que pasó tras la I Guerra Mundial: el Tratado de Versalles fue el germen de la nueva guerra”.
La producción juega con elementos escenográficos muy básicos, tomados de la vida diaria, que favorezcan una lectura atemporal de la ópera. Pese a la trascendencia del tema, no faltan elementos cómicos: “Es una historia seria, pero hay hueco para el humor”, afirma Schönleber.
Tras su representación en Barcelona, Il Conte di Marsicco estará en el Festival de Bad Wildbald de este verano, con el mismo cast. Formará parte de la programación oficial del festival, que hace una cuidada selección de obras belcantistas y de jóvenes talentos para presentarlos a nivel internacional: “El teatro es muy pequeño, pero atraemos a aficionados de todo el mundo, porque es muy especializado. Además, las obras se graban con una altísima calidad, lo que es un atractivo para que figuras emergentes vengan”, explica Jochen. De hecho, el Festival ha contado en otras ediciones con cantantes que luego se han convertido en estrellas del belcanto, como Joyce Di Donato o Michael Spyres.
Preguntamos a Jochen Schönleber si un festival así sería trasplantable a Barcelona: “Las grandes ciudades no tienen por qué ofrecer algo tan especializado, ya que son atractivas en sí mismas”. Si a alguien se le está pasando por la cabeza buscar vacaciones de verano en la Selva Negra, además de volver a ver Il Conte di Marsicco, podrá asistir a conciertos especiales, como una gala de inauguración en la cima de las montañas a la que se accederá en funicular.
Benvolguts amics, m' agradaria precisar que som dos pianistes que toquem. En Davide Dellisanti que toca el primer piano, ha fet a més la direcció musical. Seria bo si ho poguéssiu corregir, moltes gràcies
ResponderEliminarMoltes gràcies pel comentari, Viviana. Ja està corregit. Salutacions!!
ResponderEliminar