La Universidad de Oxford presenta su "Mesías" en Barcelona

Instruments of Times and Truth

El director inglés Edward Higginbottom, uno de los más grandes especialistas en Händel en el Reino Unido, ofrece el jueves día 10 una versión "auténtica", de acuerdo con la propuesta descrita por el promotor IberCàmera, del célebre Mesías. Siguiendo sus órdenes actuarán la orquesta Instruments of Time and Truth y el Choir of Oxford Voices, todos ellos intérpretes de la Universidad de Oxford.

Higginbottom también está vinculado en esta universidad, donde ocupa el cargo de director emérito del New College de la Facultad de Música después de una carrera como profesor durante más de 20 años. Gracias a su relación con Oxford, Higginbottom ha podido crear el conjunto Instrumentos of Time and Truth, nacido con la voluntad de ser un escaparate por los talentos de los intérpretes de música barroca.

Por su parte, el Choir of Oxford Voices es una formación integrada por dieciséis voces seleccionadas entre los coros universitarios de Oxford. También vinculados a la universidad están los solistas: la soprano Robyn Allegra Parton, la mezzosoprano Katie Bray, el tenor Nick Prtichard y el bajo Brian McAlea.

Edward Higginbottom. Foto: Phil Sayer

A pesar del abuso que muchas veces vemos en la programación del Mesías, este año tenemos que celebrar que por fin hemos encontrado un equilibrio en la cartelera navideña, con sólo dos interpretaciones del oratorio de Händel: esta, que promete fidelidad a un riguroso historicismo, y la que dirigirá Joolz Gale, unjovencísimo  director inglés, al frente de las 500 voces del Mesías participativo de la Obra Social "la Caixa" los próximos 15 y 16 de diciembre.

Desgraciadamente, este sorprendente hecho no se debe de a que los programadores busquen nuevas obras (a pesar de que encontramos propuestas muy atrayentes, como el Gloria que protagoniza la Orquesta Camera Musicae el sábado día 12). Más bien las repeticiones ahora cambian de repertorio, buscando todavía más en el gran público, y por eso encontramos tantos y tantos conciertos de bandas sonoras de películas y de canciones de Broadway. Claramente, cada vez se confía menos en la capacidad de las grandes obras de la música clásica de llenar auditorios.