Roger Alier y Jordi Maddaleno, directores de los 'Sopars Lírics' |
Roger Alier es uno de los nombres
emblemáticos del mundo de la ópera en Barcelona. Su labor como profesor, crítico y divulgador es muy conocida por el público general, incluso el no estrictamente melómano.
Actualmente,
además de sus habituales colaboraciones con medios de comunicación, Roger Alier es el director artístico de un proyecto singular en
Barcelona: los Sopars Lírics. La iniciativa, codirigida con el también crítico de ópera Jordi Maddaleno,
se celebra en el restaurante 7 Portes desde enero de 2013, con periodicidad mensual, y propone disfrutar de una cena gastronómica y de un recital lírico, todo en una sola noche y por un precio único de 45 euros.
A punto de cerrar su cuarta temporada, con una última edición el próximo 20 de mayo, en la que actuará la soprano Cristina Sánchez, Roger Alier y Jordi Maddaleno nos hacen valoración del proyecto y nos explican su visión del estado de la ópera en Barcelona.
Más de 30 ediciones celebradas, 27 cantantes diferentes y una estimación de más de 1.350 comensales resumen el éxito de los Sopars Lírics, los cuales arrancaron por sugerencia del responsable del restaurante 7 Portes al mismo Roger Alier. "Encontré que estaba muy bien la idea de invitar a un cantante con un pianista acompañante", explica Roger. Él propuso que el pianista fuera Josep Buforn, "el mejor pianista acompañante en Barcelona"; de hecho, la posibilidad de colaborar con este músico es toda una garantía de calidad que atrae a los cantantes a participar.
La selección de solistas se hace, según explica Jordi Maddaleno, "intentando alternar voces hechas con nombres que no conoce nadie". Así, por ejemplo, por los Sopars Lírics han pasado cantantes como Carlos Daza, Carol García, Josep Ramon Oliver, Laura Vila, Marc Sala o Sara Blanch ("quien ha venido dos veces: cuando era una desconocida y después, el año antes del premio en el Concurs Viñas", afirma Jordi). Son solo algunos ejemplos: hay muchos otros nombres.
La selección de solistas se hace, según explica Jordi Maddaleno, "intentando alternar voces hechas con nombres que no conoce nadie". Así, por ejemplo, por los Sopars Lírics han pasado cantantes como Carlos Daza, Carol García, Josep Ramon Oliver, Laura Vila, Marc Sala o Sara Blanch ("quien ha venido dos veces: cuando era una desconocida y después, el año antes del premio en el Concurs Viñas", afirma Jordi). Son solo algunos ejemplos: hay muchos otros nombres.
Entre el público también se esconden sorpresas, en forma de visitas de personajes importantes del mundo de la música. Han asistido a los Sopars Lírics desde el director del Festival de Peralada, Oriol Aguilá, hasta la directora artística del Liceo, Christina Scheppelmann, la soprano Irene Théorin o el tenor Charles Castronovo. El último ha sido el conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Santi Vila, quien se presentó de improviso en el Sopar Líric de abril.
Roger Alier insiste mucho en el respeto a la música que inspira el formato: "No es una cena durante el cual se hace un concierto, es una cena y, solo cuando se termina, cuando ya no hay camareros ni ruido de cucharillas porque la gente ya se ha tomado el café, es cuando tiene lugar el recital". Además del silencio, se buscan todas las condiciones necesarias para que el cantante se encuentre cómodo y cercano al público, como, por ejemplo, la selección del repertorio: "Recomendamos que lleve cosas que la gente pueda reconocer, de ópera o de zarzuela, pero dejamos que sea el solista quien elija lo que quiere cantar ", explicó el conocido crítico.
Momento del recital durante un "Sopar Líric" |
El resultado es una experiencia ya consolidada en el panorama musical
de la ciudad: "Creo que se ha consolidado como actividad off,
alternativa a los grandes escenarios oficiales", comenta Jordi
Maddaleno.Y
gracias al éxito de los Sopars Lírics y otras actividades operísticas,
dentro y fuera de los teatros, Roger Alier asegura que el estado actual
de la ópera en Barcelona es "de los mejores del Sur de Europa y, con
seguridad, mucho mejor que en Italia". Y
añade: "En Italia, la vida operística está por los suelos y los teatros
tienen muchos problemas. La Scala está cerrada la mayor parte del
tiempo. En cambio, en Barcelona, cada vez hay más afición: se ha
abierto un nuevo teatro, el de Sarrià, y el público se desplaza en Sabadell cuando hay función de los Amics de l'Òpera de Sabadell ".
En cuanto al debate sobre cómo atraer gente joven al género, Roger Alier considera que la clave es la calidad: "Haz cosas bien y el público vendrá". Él recuerda que solo tenía 19 años cuando fue por primera vez en el Liceu, a una representación de Il Barbiere di Siviglia, "la cual, por cierto, no me gustó nada durante el primer acto, tanto que dije a los amigos que yo no volvía nunca más a la ópera; luego, en el segundo acto, ya cambié de opinión ".
Quien no quiera perderse el último "Sopar Líric" de la temporada 2015/2016 hará bien en formalizar su reserva lo antes posible: las últimas ediciones han agotado todas las plazas con muchos días de antelación.
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