Eugenia Boix: "Siento la responsabilidad de ser solista en la Sagrada Familia, pero, sobre todo, tengo ganas de disfrutar"

Eugenia Boix

Este domingo, 20 de septiembre, Barcelona vivirá un concierto histórico por varias razones. Por un lado, supondrá el estreno de Kazushi Ono como director titular de la OBC. Por otro, la formación orquestal abre su temporada, por primera vez, actuando en el interior de la Sagrada Familia.

El repertorio integra obras de compositores y épocas diferentes, desde Mozart hasta el japonés Takemitsu, pasando por Bernat Vivancos. Quizás el “plato fuerte” sea el Réquiem de Fauré, en el que participarán, junto a la OBC, el Cor Jove del Orfeó Català, el Cor Madrigal y dos jóvenes y prometedores solistas: el barítono Josep Ramon Olivé y la soprano Eugenia Boix.

Precisamente con Eugenia hemos estado hablando desde Barcelona Clásica. Para la joven soprano, nacida en Monzón (Huesca) y con estudios de canto realizados entre Salamanca, la ESMUC y Bruselas, esta es su segunda actuación relevante del año en Barcelona, tras su debut en el Palau de la Música, la pasada primavera, interpretando el Réquiem de Mozart con la Orquestra Simfònica del Vallès.

Así nos cuenta Eugenia su trayectoria como cantante y sus expectativas para el concierto de la Sagrada Familia.

Barcelona Clásica: ¿De dónde sale la afición por el canto? ¿Hay precedentes familiares?
Eugenia Boix: Mi padre, un gran amante de la música, me fue enseñando poco a poco, desde pequeña, a escuchar y a entender ese lenguaje, incluyendo tanto lo popular (en mi caso, como buena aragonesa, la jota) hasta la zarzuela y la ópera.

B.C. ¿Cuándo decidiste convertirte en cantante profesional?
E.B. No es algo que decidiese en un momento determinado. Empecé mis estudios de canto, hice el grado medio en el conservatorio de mi ciudad, en Monzón (Huesca), luego continué con el grado superior en Salamanca y, mientras estudiaba, empecé a tener conciertos. Veía que cada vez iban llegando más propuestas, y así sigo hasta el momento. Por suerte, puedo decir que llevo ya unos años dedicándome a la música.

B.C. ¿Qué experiencias han sido clave para tu formación?
E.B. Destacaría que, desde mis comienzos en los estudios de canto en Monzón, pue formar parte de la orquesta Ensemble XXI, que nos brindaba la oportunidad de conocer y trabajar con grandes músicos, como, por ejemplo, David Menéndez, Jaime Martín, Hopkinson Smith… Por otro lado, ha sido importante la elección de estudiar en Salamanca el grado superior de canto y poder trabajar con mis profesores, María Ángeles Triana y Javier San Miguel.

En el apartado de premios, mencionaría el hecho de ganar la beca Montserrat Caballé- Bernabé Martí, así como la beca Ángel Vegas, organizada por Juventudes Musicales de Madrid y los Ámigos de la Ópera de Madrid, que logré durante dos años consecutivos. Gracias a esta ayudas pude ampliar estudios en Bruselas y hacer un master de lied con personalidades como Julius Drake, Mitsuko Shirai, Wolfram Rieger, Felicity Lott, Edith Wiens, Rudolf Jansen, Wolfgang Holzmair y Udo Reinemann.

Y hablaría también de un curso de verano donde conocí a Carlos Mena, con quien posteriormente he podido trabajar, y la asistencia a un curso impartido por Teresa Berganza, de quien he recibido consejos. De todas formas, yo valoro mucho el trabajar continuamente con diversas agrupaciones, orquestas y directores y el poder aprender, con ellos y de ellos.

B.C. De tu trayectoria internacional, ¿cuáles han sido los hitos clave?
E.B. En esta carrera, como en todas, la clave para avanzar y estar en continuo progreso es el trabajo. Ha habido y hay actuaciones en salas importantes, pero creo que la clave es intentar hacer bien tu trabajo. Si dejas una buena semilla, posiblemente recogerás buenos frutos en adelante.

B.C. Te vimos en Barcelona con el Réquiem de Mozart de la Simfònica del Vallès y ahora vuelves para abrir la temporada de la OBC en un concierto en la Sagrada Familia que será emblemático. ¿Ha sido tu primera colaboración con estas dos grandes orquestas catalanas?
E.B. Con la OBC sí va a ser mi estreno. Con la Simfònica del Vallès, el concierto en el Palau de la Música vino precedido de una gira por Catalunya con el Réquiem de Mozart. También fue mi primera colaboración con ellos.

B.C. ¿Has colaborado previamente con Josep Ramon Olivé y Juan de la Rubia? ¿Qué referencias tienes de ellos? ¿Y del director Kazushi Ono?
E.B. No, no he colaborado con ninguno de ellos y tengo muchas ganas de hacerlo, porque tanto de Josep Ramon Olivé como de Juan de la Rubia siempre he oído comentarios elogiosos. Con Josep Ramon coincidiremos de nuevo en diciembre, interpretando el Oratorio de Navidad de Bach. Y, por supuesto, del maestro Kazushi Ono conozco su increíble carrera y trayectoria. Va a ser un honor trabajar con él.

Interior de la Sagrada Familia

B.C. ¿Supone una responsabilidad extra actuar en un lugar como la Sagrada Familia y en un concierto tan especial como este de Barcelona, inédito por muchas razones y que generará mucha expectación en la ciudad?
E.B. Cada vez que trabajo en un proyecto nuevo lo planteo como un reto. En este caso se suman muchas características que hacen que sea muy especial. Así que siento la responsabilidad, pero, sobre todo, tengo ganas de disfrutar haciendo buena música, en muy buena compañía y en un entorno privilegiado como es la Sagrada Familia, cuyo interior no he visitado todavía.

B.C. ¿Cuáles de tus próximos compromisos son más especiales para ti?
E.B. Al terminar en Barcelona, me voy a Holanda: tengo gira allí con la Holland Barroque Society, interpretando a Haendel y a Scarlatti. Vamos a llevar este programa por diversas salas y la gira en el Concertgebouw de Brujas. También tengo previstas varias grabaciones y recitales en Francia, Italia, Polonia, Bélgica, Alemania… Como oratorios, esta temporada canto El Mesías de Haendel, el Oratorio de Navidad de Bach y la Misa en Do menor de Mozart…

B.C. ¿Hacia dónde te gustaría orientar tu carrera en el futuro? ¿Ópera, quizás?
E.B. Una combinación de recitales, oratorios, música de cámara y un par de títulos de ópera al año sería estupendo. Pero lo que venga será bienvenido: seguro que disfrutaré de ello.

B.C.  ¿Cantas otros géneros, además del clásico?
E.B. Jotas canté durante muchos años, desde mi infancia hasta más allá de la adolescencia. Cuando comencé a estudiar canto lírico y vi que la combinación de ambas formas de cantar era muy complicada, lo fui dejando. Actualmente solo canto en algún acontecimiento especial, pero la voz ya está educada de otra manera... Aunque es inevitable seguir emocionándome cuando oigo una jota.