Barcelona Clásica: Robert King: "Bach lo tiene absolutamente todo"

jueves, 23 de julio de 2015

Robert King: "Bach lo tiene absolutamente todo"

Robert King, en el Teatre de Sarrià
Foto: Federació Catalana d'Entitats Corals
No se nos ocurre mejor momento para publicar nuestra entrevista a uno de los más grandes expertos del mundo en J.S. Bach que esta semana, cuando el genio alemán adquiere un especial protagonismo en la ciudad por la celebración del Festival Bachcelona.

Recientemente, Barcelona Clásica tuvo la oportunidad de entrevistar a Robert King,  uno de los grandes directores de orquesta británicos de nuestro tiempo y uno de los máximos especialistas mundiales en música antigua. En 1980, siendo todavía estudiante de la Universidad de Cambridge, fundó The King’s Consort, una formación de orquesta y coro para recuperar la sonoridad de la música barroca con instrumentos y criterios de la época. Desde entonces, The King’s Consort ha viajado por todo el mundo, ha grabado más de 100 discos y ha vendido más de un millón de CD.

Además, Robert King ha sido director invitado de numerosas orquestas internacionales y ha colaborado con cineastas en la creación de bandas sonoras de éxitos de Hollywood, como El reino de los cielos, Las crónicas de Narnia, Piratas del Caribe o El código Da Vinci. En Shrek 2, él es quien toca el clavicordio que suena en diversos momentos del filme.

En Catalunya, Robert King es conocido por diversas visitas a las salas de conciertos del país (la última fue en otoño de 2014, con una versión concierto de Dido y Eneas que llenó a rebosar el Auditori). Asimismo, los habituales de los conciertos participativos de El Mesías, organizados por la Obra Social “la Caixa”, lo recordarán como el director de la edición de 2011 en Barcelona.

Con todo este bagaje, la Federació Catalana d’Entitats Corals contó con él para impartir una masterclass de dirección coral durante este mes de julio. Robert King trabajó intensamente durante una semana con un grupo de cinco alumnos de dirección y un coro formado por una veintena de voluntarios aficionados al canto coral. El concierto celebrado el pasado 12 de julio en el Teatre de Sarrià mostró cómo el director es la pieza clave que puede hacer cambiar el carácter de una composición coral. Y así nos explicaba el propio Robert King cómo entiende la dirección coral. 

Concierto final de masterclass con Robert King
Barcelona Clásica: Has estado una semana trabajando con directores de coro con formación, trayectoria y experiencia diversa. ¿Qué ha sido lo más difícil de aprender para todos ellos?
Robert King: Lo más difícil de aprender para un director de coro es también lo más importante de conseguir: la capacidad de comunicación. El director es el comunicador de la música. Las notas las tienes: están escritas. Pero a la música hay que darle inspiración y, sobre todo, dirección. Y, para conseguir esto, hay muchas técnicas. Eso es lo que hemos trabajado estos días. 

B.C. ¿Y cuáles son estas técnicas para conseguir “comunicar” con la música?
R.K. El dominio técnico y la precisión son básicos, pero, posiblemente. lo más importante en dirección coral es la comunicación. Esto no tiene que ver con decir muchas cosas: de hecho, hablar demasiado no es música. Es más fácil expresarse con el gesto y, con él, dar forma a la música.

B.C. ¿Cómo es el director de coro ideal?
R.K. En el fondo, el director es un sirviente del compositor. Tiene que ser el medio por el que el compositor llega a los músicos. Y eso significa que no ha de haber lugar para el ego personal. Claridad, definición, precisión, humildad: eso es lo que tiene que tener el director. Pero hay más tareas para él. Además de intérprete del compositor, un director tiene que ser un buen psicólogo para conseguir sacar lo mejor de los músicos. Y, por otro lado,  también ha de tener mentalidad de ingeniero para detectar dónde están los problemas y solucionarlos. Así que un director tiene que asumir tres roles: intérprete, psicólogo e ingeniero.

B.C. ¿Y qué es lo más difícil de enseñar en dirección coral?
R.K. Pues lo más difícil también es lo más importante. Es fundamental ser claro con el gesto, tanto en el movimiento de las manos como en el del cuerpo. Y la misma claridad es necesaria en el uso la palabra. Un director tiene que ser claro al expresarse, y la claridad empieza ya en el pensamiento, antes de trasladarse al gesto. Los grandes directores no dicen casi nada, pero la energía de sus gestos es extraordinaria.


B.C. Hoy en día, los coros del Reino Unido están considerados como los mejores del mundo. ¿Cómo han conseguido este nivel?
R.K. ¡Muchas gracias! La verdad es que tenemos mucha suerte. Hay una tradición histórica enorme, de más de doscientos años, con instituciones que tienen sus propios coros, como catedrales, escuelas, etc. Pero en toda Europa están sucediendo cosas extraordinarias en el canto coral. Mira a Escandinavia. Mira a Alemania o Italia. También aquí, en Catalunya. Y, en Francia, lo que está ocurriendo es maravilloso: hace 30 años, no había nada, pero algunas personas con grandes conocimientos empezaron a trabajar con coros y ahora hay un nivel muy bueno. En el fondo, a dirigir coros se aprende haciéndolo. Es como tocar el violín: puedes leer todos los libros sobre cómo tocarlo, pero solo aprenderás probándolo tú mismo y viendo cómo se hace.

B.C. ¿Qué coros destacan en Catalunya?
R.K. El Cor de Cambra del Palau es fantástico. Hacen un trabajo asombroso y están reconocidos como uno de los mejores del mundo. También es estupendo el trabajo que hace “la Caixa” con los Mesías participativos. Hay que agradecerles que hayan inventado este concepto y que lo hayan abierto a  todo el mundo. Han conseguido demostrar que la música es verdaderamente inclusiva, porque la música es el único lenguaje que todas las personas del mundo son capaces de entender y con el que todas se pueden expresar.

Robert King y la presidenta de la FCEC, Montserrat Cadevall
B.C. ¿Hay relación entre este auge de los coros y la vuelta a la música del Renacimiento y el Barroco que estamos viviendo en los últimos años?
R.K. Sí, por supuesto. Pero no solo es un retorno a lo antiguo. En el repertorio de un coro hoy puede estar Bach y también la pieza más moderna, escrita por un compositor ayer mismo. Gracias al auge del canto coral, hemos aumentado el repertorio y ahora podemos incluirlo todo.

B.C. Esperamos no ponerte en ningún compromiso si preguntamos cuál es tu compositor favorito…
R.K. No es en absoluto una pregunta difícil. ¡Por supuesto que es Bach! Están los diferentes compositores de las distintas épocas, que te pueden gustar más o menos, y luego está el más grande de todos ellos, que es Bach. No solo es mi opinión: también dicen lo mismo la gran mayoría de directores de hoy. Bach lo tiene absolutamente todo y hace que parezca fácil lo que no lo es en absoluto. Cuanto más trabajas con su música, más te gusta.

B.C. Tras el redescubrimiento de Bach y de la música antigua, ¿qué vendrá?
R.K. No lo sé. ¡Si lo supiera, lo estaría haciendo ya! Pero creo que hay compositores que necesitan ser redescubiertos. Mendelssohn, por ejemplo, es un compositor muy maltratado a base de malas interpretaciones. Además, le ha perjudicado que parte de la crítica quiera describirlo como un predecesor de Bruckner, y eso no es justo, porque la obra de un músico no se debe a los que vienen detrás, sino a los que han estado por delante. A Mendelssohn hay que valorarlo por la herencia que recibió y lo que hizo con ella, pero no por lo que significó para otros músicos posteriores. ¡Y Mendelssohn fue quien puso de nuevo de moda a Bach!

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