La Riborquestra o cómo la música puede ayudar a mejorar la vida de las personas

Imagen de Música, territori i cohesión social

Seguramente muchos habéis oído hablar de experiencias internacionales increíbles donde la música sirve para la integración social, como las orquestas juveniles de Venezuela. Lo que ya no es tan conocido es que en nuestro país también tenemos proyectos creados con el mismo objetivo: buscar la cohesión social y desarrollo personal a través del arte.

Una de las experiencias más consolidadas es el de la Riborquestra, una orquesta con más de 120 miembros constituida en el barrio de la Ribera de Ciutat Vella. Pero hay otros, como la orquesta infantil 4Cordes, en el Col·legi Germanes Bertomeu de Mataró..

Con el objetivo, como dice Laia Serra, vinculada a las dos iniciativas, de que la labor realizada no se quede sólo entre las paredes de las salas de ensayo y conciertos, se han realizado dos documentales sobre estos proyectos. Ambos estrenan este jueves día 10 a un acto a las 18 horas en la Biblioteca Antoni Comas (C / Prat de la Riba, nº 110) de Mataró.

Con el título Música, territori i cohesió social, el primero de ellos está dirigido por Dèlia Sierra y muestra los testimonios personales de miembros de la Riborquestra. Esta formación democratiza el acceso a la música en Barcelona y hace que niños y adultos, tengan o no conocimientos musicales, puedan tocar en una orquesta. Todo el mundo puede formar parte.

La misma orquesta dispone de un banco de instrumentos para ceder a cada músico el suyo. Este hecho también supone su principal limitación, ya que solo se pueden incorporar nuevos miembros cuando hay instrumentos disponibles. El resultado es que personas de todas las edades, niños y adultos, comparten vivencias con el aprendizaje de su instrumento y con los proyectos musicales que desarrolla la orquesta.

Porque la Riborquestra presenta su música en público como cualquier otra formación. De hecho, los conciertos permiten hacer realidad el sueño de muchos de los integrados. Como dice uno de los testimonios recogidos en el documental, "hacer un concierto es como ir a un parque de atracciones".

En este sentido, el segundo documental, Periplus, dirigido por Guillem Roma, sigue uno de los más proyectos más ambiciosos impulsados hasta la fecha: el concierto realizado en el Palau de la Música Catalana en junio de 2015 para estrenar una obra de nueva composición del músico Ferran Badal.

Como se explica en el documental, para afrontar este reto, se tuvieron que superar dificultades de todo tipo. Ferran Badal creó esta obra raíz de un viaje por todo el mundo y la música que presentaba tenía cierta dificultad técnica. Entre orquesta y coro, se necesitaba poner en el escenario a más de 170 niños. Se tuvo que buscar la ayuda de músicos profesionales para la formación vocal y musical. Se tuvo que escribir la letra de las canciones (algunas de las cuales hicieron los mismos niños). El espectacular tarea se puede ver en los 20 minutos que dura Periplus.