Guillem Ponsí. Foto: ESMUC |
La Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) organiza cada año, desde hace 14 ediciones, el Premio Internacional Joan Guinjoan, para dar apoyo a la creación actual de las nuevas generaciones.
El joven Guillem Ponsí, estudiante de composición del Conservatori del Liceu de solo 20 años, ha sido el ganador de la última convocatoria. El mismo Joan Guinjoan asistió al acto de entrega del premio, en el que se intepretaron las obras finalistas y, por descontado, la pieza ganadora: The Arousal.
Hablamos con Guillem Ponsí del significado de The Arousal y de lo que supone para su vocación de compositor que el primer premio de su carrera profesional haya sido uno que lleva el emblemático nombre de Joan Guinjoan.
Barcelona Clásica: ¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta la fecha?
Guillem Ponsí: Empecé a estudiar música a los 6 años en la Escuela de Música de Palafrugell, donde cursé el grado elemental y el grado medio. A los 18 años entré en el Conservatori Superior de Música del Liceu, en la modalidad de composición, donde hoy estoy estudiando el segundo curso.
Guillem Ponsí: Empecé a estudiar música a los 6 años en la Escuela de Música de Palafrugell, donde cursé el grado elemental y el grado medio. A los 18 años entré en el Conservatori Superior de Música del Liceu, en la modalidad de composición, donde hoy estoy estudiando el segundo curso.
B.C. ¿Cómo te iniciaste en la composición?
G.P. Comencé a componer desde pequeño. Recuerdo que tenía un teclado que me habían traído los reyes y que era mi juguete favorito. En aquella época hice mi primera pieza, que era para el flautín travesero, lo que utilizaba entonces, y que meses más tarde sustituí por la flauta travesera. Durante los años de Bachillerato, me tomé la música más en serio y me di cuenta de que aquello era lo que quería estudiar y a lo que quería dedicarme.
B.C. ¿Combinas la composición con la interpretación?
G.P. De momento estoy únicamente concentrado en la composición, que ya lleva mucho trabajo. Creo que, si lo tuviera que combinar con la interpretación musical, no podría dar el máximo de mí mismo en ninguna de las dos cosas. De todas maneras, para complementar mi formación, me gustaría estudiar dirección, ya que creo que son dos carreras que se entrelazan mucho: una aporta cosas positivas a la otra y viceversa.
B.C. ¿Qué has querido expresar con la pieza ganadora del Premio Internacional Joan Guinjoan, The Arousal?
G.P. Con The Arousal he querido congelar el tiempo en las primeras horas del día, junto el momento en el cual la naturaleza empieza a despertar. La obra está dividida en cuatro movimientos que se interpretan de manera continua, el uno detrás del otro sin para. Poco a poco, se van presentando los diferentes elementos que acabarán formando este paisaje sonoro.
El primer movimiento, Mediterranean Breeze, es bastante tranquilo, ya que he querido recrear los sonidos y los efectos de la brisa matinal. En cambio, Waterfalls, el segundo movimiento, simula el nerviosiso del agua del río en su fluir y por este motivo es un poco más rápido. En el tercer movimiento, The Stirring Canes, el ritmo vuelve a recuperar la calma, interrumpida de manera irregular por los sonidos de las ráfagas del viento meciendo las cañas.
El cuarto movimiento, The Arousal, nos sitúa en el despertar pleno ante un paisaje sonoro que qued completo del todo.
B.C. ¿Estás familiarizado con la obra de Joan Guinjoan?
G.P. A lo largo de estos dos años de carrera, he hecho una gran inmersión en la música contemporánea y he hecho grandes descubrimientos, como, por ejemplo, Guinjoan. No considero que conozca mucho su obra, pero espero ir familiarizándome cada vez más.
B.C. ¿Te ves desarrollando una carrera internacional como compositor? ¿Qué tipo de proyectos te gustaría hacer?
G.P. Sí me gustaría. Respecto a los proyectos, ahora mismo lo importante es aprender, pero no me cierro a nada. Creo que cualquier proyecto es una gran oportunidad para aprender y para crecer como compositor.
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