Anna Alàs. Foto: Nuria Gómez Gabriel |
La mezzosoprano Anna Alàs actúa el jueves 21 en el Palau de la Música Catalana, acompañada al piano por Albert Guinovart. Se trata de un concierto-homenaje a Enric Granados, aunque el programa no es monográfico del compositor catalán.
Ya es atractivo ver un concierto con un repertorio y un planteamiento muy diferente a los habituales recitales pianísticos, más frecuentes en las conmemoraciones del Año Granados. Pero aún resulta más interesante con intérpretes locales con amplia proyección internacional, como es este caso.
Anna Alàs, nacida en Terrassa, vive entre Berlín y Barcelona, con una agenda llena de compromisos entre recitales de repertorio histórico y proyectos operísticos (por ejemplo, ha estado en el cast del espectacular Götterdämmerung del Gran Teatro del Liceo). Aprovechando su próximo concierto en el Palau de la Música, hemos hablado con ella sobre su carrera y sus planes de futuro.
Barcelona Clásica: Comenzaremos haciendo un pequeño repaso a tu trayectoria. Si tuvieses que definir los tres momentos más importantes de tu carrera, ¿cuáles elegirías?
Anna Alàs: Serían la primera vez que participé en un proyecto musical en el extranjero, en Ochsenhausen (Alemania); cuando gané la plaza al Operastudio del Staatstheater Nürnberg; y cada vez que he tenido la oportunidad de recibir clase de un o una gran maestra.
Anna Alàs: Serían la primera vez que participé en un proyecto musical en el extranjero, en Ochsenhausen (Alemania); cuando gané la plaza al Operastudio del Staatstheater Nürnberg; y cada vez que he tenido la oportunidad de recibir clase de un o una gran maestra.
B.C . En tu caso has destacado por algunos premios internacionales. ¿Qué han aportado a tu carrera? ¿Han sido importantes?
A.A. En la carrera han aportado poco, pero el proceso de preparación supone un gran crecimiento a nivel personal y artístico y conllevan una gran satisfacción, sobre todo cuando eres una completa desconocida por el jurado, como fue el caso en el Concurso de Ópera Barroca de Innsbruck.
A.A. En la carrera han aportado poco, pero el proceso de preparación supone un gran crecimiento a nivel personal y artístico y conllevan una gran satisfacción, sobre todo cuando eres una completa desconocida por el jurado, como fue el caso en el Concurso de Ópera Barroca de Innsbruck.
B.C. Hace poco la ganadora del Concurso Viñas de este año, J'nai Bridges, nos decía que para las mezzos es más extraño destacar los concursos, ya que siempre ganan las sopranos. ¿Eres de la misma opinión?
A.A. Depende del tipo de concurso .. En los de canción y los de música antigua, la voz de mezzo es muy apreciada porque para tesitura se le entiende más el texto. Creo que, hoy en día, la mezzo es una voz optimitzadísima que, en un concurso, puede mostrar tranquilamente 2'5 octavas. Además, ahora, la moda son voces tirando a oscuras, carnosas.
A.A. Depende del tipo de concurso .. En los de canción y los de música antigua, la voz de mezzo es muy apreciada porque para tesitura se le entiende más el texto. Creo que, hoy en día, la mezzo es una voz optimitzadísima que, en un concurso, puede mostrar tranquilamente 2'5 octavas. Además, ahora, la moda son voces tirando a oscuras, carnosas.
B.C. Has estado en el cast de las históricas funciones del Götterdämmerung en el Gran Teatro del Liceo. ¿Cómo has vivido desde dentro el éxito de la producción?
A.A. Desde la cama... ¡Jajaja! Me puse enferma en el ensayo general y viví todas las funciones en cuarentena en el camerino. Pero la reacción del público cada noche ya me lo decía todo. Claramente la producción y los que la defendíamos, desde la caracterización hasta los técnicos, pasando por regidoría, hacía vivir un intenso viaje a la audiencia y eso es a lo que se debe aspirar cuando cobras entrada a alguien para verte, para experimentarte... Para vivirte, como dicen los alemanes ("erleben").
A.A. Desde la cama... ¡Jajaja! Me puse enferma en el ensayo general y viví todas las funciones en cuarentena en el camerino. Pero la reacción del público cada noche ya me lo decía todo. Claramente la producción y los que la defendíamos, desde la caracterización hasta los técnicos, pasando por regidoría, hacía vivir un intenso viaje a la audiencia y eso es a lo que se debe aspirar cuando cobras entrada a alguien para verte, para experimentarte... Para vivirte, como dicen los alemanes ("erleben").
B.C. Pero, además de Wagner, te hemos visto muchas veces con repertorio de todas las épocas y de todos los géneros. ¿Los cantantes se pueden permitir el lujo de la especialización, como sí ocurre -más a menudo- con los instrumentistas?
A.A. Cuando no tienes a nadie que guíe y diseñe tu carrera en los inicios, acabas aceptando todo lo que te llega y, sin darte cuenta, entrenas el instrumento y el cerebro para que sean flexibles y tengan recursos para adaptarse a diversos estilos. Es muy enriquecedor, pero también más agotador; hay que hacer “reset” más a menudo para no fundir los fusibles ni confundir la musculatura.
A.A. Cuando no tienes a nadie que guíe y diseñe tu carrera en los inicios, acabas aceptando todo lo que te llega y, sin darte cuenta, entrenas el instrumento y el cerebro para que sean flexibles y tengan recursos para adaptarse a diversos estilos. Es muy enriquecedor, pero también más agotador; hay que hacer “reset” más a menudo para no fundir los fusibles ni confundir la musculatura.
B.C. ¿Como salió la posibilidad de hacer el recital de Granados y que nos propones con la selección del repertorio?
A.A. La dirección artística del Palau me invitó a hacer un recital y yo quise tener en cuenta que era el Año Granados y aprovechar para hacer mi primera incursión en su repertorio. Como comento en el trailer promocional del concierto, mi voluntad es ilustrar las influencias que recibió Granados, pero también los autores que se declararon admiradores suyos. Y, por supuesto, ¡no pueden faltar obras maestras del propio homenajeado!
B.C. Aparte del concierto en el Palau de la Música, ¿qué proyectos tienes pendientes de aquí en verano? ¿Y como se presenta la próxima temporada 2016/2017? ¿Nos puedes adelantar algo?
A.A. Esta primavera es todo un reto muy estimulante: vuelvo a la Heidelberger Frühling (uno de los mejores festivales de lied de Europa), participo de nuevo en el Ciclo de Cantatas de Bach de L'Auditori, llevamos "La Santa Espina" de Morera con la Sinfónica del Vallés en Perpiñán y debuto el rol de Dido en la Ópera de Cámara de Navarra. Cierro temporada con una gala lírica en el Festival de Santa Florentina, dirigida por Diego Martín-Etxebarria. La próxima temporada destaca por la actividad discográfica: presentaremos el primer volumen de la integral de canciones de Manuel Blancafort, grabo la ópera "Alba eterna" de Albert Guinovart junto a la Orquesta Cámara Musicae, y hay un tercer proyecto, del que todavía no puedo hablar. En todo caso, me siento afortunada de poder seguir presente en la escena musical catalana.
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