El proyecto Bach Zum Mitsingen (BZM) presenta este sábado, 11 de febrero, una nueva entrega del ciclo de cantatas.
En Barcelona Clásica hemos hablado varias veces de la iniciativa, creada en 2011 por Daniel Tarrida y Pau Jorquera para interpretar todas las de cantatas de Johann Sebastian Bach en formato participativo. Habitualmente, los conciertos participativos se caracterizan por estar abiertos a los músicos que quieran colaborar. Sin embargo, BZM es especial en este aspecto, ya que, dada su exigencia artística, es necesario un alto nivel de formación para formar parte del ensemble instrumental o del grupo coral.
Mención aparte merecen los solistas. BZM organiza cada año audiciones con jóvenes cantantes y premia a los cuatro mejores con la denominada Beca Bach. La convocatoria va ganando prestigio cada año y ya es habitual que la ganen intérpretes internacionales; de hecho este 2017, solo uno de los seleccionados es catalán. Estos son los premiados con la Beca Bach 2017 y así nos cuentan ellos mismos su relación con la música de Johann Sebastian Bach.
Carine Tinney (soprano): “Bach es adictivo”
Nacida en Escocia en 1989, Carine estudió en la Universidad de Edimburgo y tiene un máster en interpretación de lied en la Hochschule für Musik Detmold. Ha realizado conciertos en Escocia, Japón, Italia, Canadá, Alemania y EEUU, entre los que destaca la interpretación de la Pasión según San Juan y del Oratorio de Navidad de J.S. Bach bajo la dirección de Helmuth Rilling.
Carine nos cuenta que decidió participar en el concurso para la Beca Bach por una serie de casualidades: “Dos amigos de Barcelona vinieron a visitarme a Berlín en octubre. El último día, en un pub, me invitaron a que les devolviera la visita. Allí mismo, en el pub, miramos los vuelos y compré los billetes. Al día siguiente, otro amigo me habló de la Beca Bach. Hice la solicitud… ¡y recibí un e-mail convocándome para una audición justo en las fechas para las que había reservado mi viaje a Barcelona!”
Más allá de las coincidencias, Carine es una absoluta devota de la música de Bach, hasta el punto que confiesa que se sentiría muy feliz si su trabajo como cantante solo consistiera en interpretar obras de este compositor. De hecho, explica que un punto clave de su carrera fue recibir su primer CD de Bach, con 18 años, y escuchar la Pasión según San Juan: “En ese momento supe que quería especializarme en este tipo de música y poder comprender la música de Bach a un nivel superior”, nos cuenta.
“Yo veo a Bach como un deporte”, asegura: “Es adictivo; cuanto más practico su música, más inspirada me siento para explorar sus obras. Además, creo que la técnica de un cantante mejora continuamente estudiando a Bach. Como él no pensaba en el intérprete mientras componía, su música siempre es un reto de habilidad técnica”.
La conexión de Carine con Bach va incluso más allá de su sensibilidad como músico: “Sus obras son también una forma de expresar mis creencias religiosas. Siempre que entro en una iglesia, de cualquier religión, un cierto sentimiento de pertenencia y de seguridad me llena el alma. Y esto es exactamente lo que siento cuando interpreto a Bach. Sus obras son como un puzzle que, cuando tiene las piezas en orden, crea una hermosa imagen”.
Maria Chiara Gallo, mezzosoprano: “La Beca Bach es una magnífica oportunidad”
Nacida en Reggio Emilia (Italia) en 1987, estudió canto y música de cámara. Ha participado en las Acadèmies de Música Antigua dirigidas por Jordi Savall y canta habitualmente con la Capella Reial de Catalunya y el Ghisliero Choir & Consort, así como con otras formaciones internacionales de la que es colaboradora. También ha actuado como solista con la Academia Barroca Europea Ambronay.
Maria Chiara cuenta que decidió optar a la Beca Bach “porque representa una magnífica oportunidad para cantar esta música -que personalmente amo muchísimo- y además permite explorar con calma una buena parte de este repertorio, gracias a los conciertos y masterclasses con artistas expertos”.
La mezzosoprano califica de “especial” su relación con la música de Bach: “Si, por un lado, es profunda y técnicamente difícil, por otro lado nunca deja de sorprenderme. Me ha regalado magníficas ocasiones y satisfacciones durante mis estudios y también ahora, al comienzo de mi carrera de cantante”.
Matthew Thomson, tenor: “Bach está lleno de pasión y de dignidad”
Originario de Melbourne (Australia), estudió en el Conservatorio de Música de la Universidad de la ciudad y desarrolló allí una intensa actividad profesional durante los últimos diez años. En 2015 decidió mudarse a Barcelona, acompañando a su pareja, y actualmente ha conseguido hacerse un sitio en el panorama musical de la ciudad mediante colaboraciones con grupos vocales de prestigio, como Barcelona Ars Nova o el Cor de Cambra del Palau de la Música.
Matthew está especializado en repertorio barroco y clásico y también muestra mucho interés por la creación contemporánea. “Solicité la Beca Bach no solo porque adoro cantar Bach, sino también porque quería entrar en la escena artística de Barcelona como solista y como cantante coral”, nos cuenta, satisfecho de cómo está yendo el proceso de adaptación a su nueva vida.
Matthew asegura que Bach, junto con Monteverdi, es su compositor favorito: “Su música está llena de pasión y de dignidad, y a mí me encanta expresar emociones. Pero lo que más me atrae es lo entretenida y compleja que puede llegar a ser esta música. Las arias están llenas de melismas y de elementos virtuosos, y justo es esta dificultad las que las hace todavía más placenteras”.
Oriol Mallart, bajo: “La música de Bach habla de cada uno de nosotros”
Oriol Mallart. Foto: Martí Santacana |
Nacido en Girona, Oriol inició sus estudios musicales como pianista y actualmente estudia el Grado Superior de canto en la ESMUC con Mireia Pintó. Ha colaborado en otras ocasiones con BZM (concretamente, ha sido solista en las cantatas BWV 12, 45, 72 y 39) y combina sus actuaciones como cantante de oratorios con la ópera, ya que ha cantado algunos papeles en títulos como “La nozze de Figaro” y “L’elisir d’amore”.
“Vi en la Beca Bach una oportunidad muy atractiva para formarme y poder cantar con músicos de muy alto nivel que estiman la música de Bach y pensé que, aunque era complicado conseguirla, quería trabajar intensamente para lograrlo”, afirma Oriol. Cumplido el objetivo, se muestra satisfecho de poder participar en un proyecto del que valora, sobre todo, “que acerca el arte de Bach al público”.
En su opinión, la música de Bach atrapa “además de por su belleza, porque habla de cada uno de nosotros, tanto a nivel individual como colectivo. Es un viaje profundo a nuestro interior. No sabes por qué, pero escuchándola o interpretándola se te abren los ojos y el corazón y, de repente, entiendes mejor a la humanidad. Por mucho tiempo que pase, siempre será una música de actualidad”.
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