Daniel Torres y Jaime Ballada, directores de Joan Manén. Variacions sense tema |
Grandes nombres de la música, desde Joan Guinjoan a Jordi Cervelló, pasando por la OBC, Albert Guinovart o Marta Mathéu, han participado en el rodaje. Evidentemente, también ha tenido un importante papel la Asociación Joan Manén, especializada en la recuperación del legado del músico.
El estreno del documental cuenta con el aliciente de un concierto en vivo, a cargo de Kalina Macuta, una de las protagonistas del filme. Las entradas cuestan 6 euros y se pueden adquirir en las taquillas de los Cinemes Aribau. Asimismo, el documental se volverá a proyectar el 3 de noviembre a las 17.00 en la misma sala (esta vez, sin concierto). En Barcelona Clásica hemos hablado con los directores del documental para conocer más sobre su trabajo y la inspiración que les ha llevado a recuperar la figura del músico en formato cine.
Barcelona Clásica: ¿Cómo surgió la idea de hacer un documental así? ¿Conocíais la figura de Joan Manén?
Jaime Ballada: No. No la conocíamos. Nos la descubrió, un poco por casualidad, Daniel Blanch, presidente de la Asociación Joan Manén. Al conocerlo a él, conocimos al personaje y quedamos fascinados.
Daniel Torres: No solo por el propio Joan Manén sino por todo lo que la Asociación estaba consiguiendo en su cruzada por recuperar su legado. Quedamos fascinados por la pasión y la dedicación con la que trabajan para sacar del olvido a este genio.
B.C. ¿Teníais ya experiencia en documentales sobre músicos y sobre música clásica?
D.T. Sí. En 2011 presentamos el documental Isaac Albéniz: concierto fantástico, rodado en Polonia.
J.B. Tanto musical como cinematográficamente hablando, el mundo de la música clásica tiene un potencial enorme.
D.T. Aparte de poder disponer de unas bandas sonoras exquisitas e impagables.
B.C. ¿Cómo es el Joan Manén que aparece en el documental?
J.B. De Joan Manén se dice que simpatizó con los nazis, que era arrogante, altivo y soberbio y que posiblemente fuera el mejor violinista de todos los tiempos. Ya fuese por su personalidad o por el escaso interés de sus descendientes por su legado, su figura ha quedado completamente relegada al olvido.
D.T. Nosotros, como documentalistas, nos dedicamos a observar cómo la Asociación Joan Manén va poniendo en su sitio todos estos mitos de forma que, al final, se nos presenta un Joan Manén absolutamente diferente al que hasta ahora se ha querido mostrar.
B.C. ¿Cuánto tiempo ha llevado el proyecto?
J.B. Durante cuatro años, hemos sido la sombra de los miembros de la Asociación Joan Manén. Buscar, encontrar y ordenar la obra de Joan Manén no es fácil. Y atreverse a tocarla es, en algunos casos, casi imposible.
D.T. La obra de Manén es descomunal. Este es un trabajo sin fin. Finalizamos el rodaje cortando por lo sano, pero no porque la actividad de la Asociación haya terminado ni mucho menos. Así que, un buen día, tomamos la decisión llevar todo lo rodado hasta el momento a la mesa de edición, donde se hizo el verdadero guión.
B.C. ¿Teníais una idea de lo que ibais a conseguir, o el resultado se ha ido encontrando "por el camino"?
J.B. En términos narrativos, la riqueza del documental ha ido ligada a la capacidad de la Asociación de ir consiguiendo sus objetivos. A medida que ellos han ido cosechando éxitos y fracasos, la historia ha ido cogiendo matices y giros que, por supuesto, los directores no esperábamos.
D.T. El trabajo de arqueología musical de la Asociación es imprevisible, así como las sorpresas que van encontrándose en el camino. La predisposición y la implicación de Daniel Blanch, Kalina Macuta y los demás miembros de la organización fue clave para poder terminar el documental.
B.C. De todos los testimonios que recogéis, ¿cuáles han sido los más reveladores para vosotros de quién era Joan Manén? ¿Y cuáles creéis que van a sorprender más a los espectadores?
D.T. Pretendíamos hacer una obra cien por cien coral, evitando las entrevistas, de modo que la historia se fuera hilvanando la historia a través de conversaciones.
J.B.- Sobre los testimonios más sorprendentes, hay muchos y muy variados. Yo destacaría dos. Por un lado, el de Samuel Castellanos, miembro de la Asociación y artífice de la recuperación de Joan Manén. Él solito, a los 16 años, comenzó a rondar los mercadillos de segunda mano reuniendo toda la información posible sobre Manén. El otro, el de María Victoria, sobrina de Manén, una persona muy clara y directa que le da muchísima vida al personaje.
B.C. ¿Nunca tuvisteis miedo de las dificultades de hacer imágenes sobre algo que, por definición, no las tiene, como es la música?
J.B. Desde el principio teníamos claro que nuestro verdadero protagonista eran los miembros de la Asociación. Por tanto, no estamos hablando de un biopic: son ellos quienes nos interesan. Nuestras cámaras estaban con ellos. Pero sí, ha sido una dificultad no disponer de imágenes de Joan Manén.
D.T. De hecho, las únicas imágenes fílmicas que se tienen de él son 2 minutos de metraje que están en propiedad de RTVE. Lamentablemente, no ha sido posible llegar a un acuerdo con ellos para su inclusión en el documental.
J.B. Algún día habría que revisar las políticas de cesión de imágenes que este ente público esgrime ante todos los que, humildemente, llamamos a sus puertas con más vocación que presupuesto.
B.C. ¿Qué recorrido emprende el documental a partir de ahora? ¿Lo presentaréis a más festivales?
D.T. Sí, ahora mismo estamos inmersos en esa ardua tarea. Nuestra intención es dedicarle un año de seguimiento para intentar que el documental se vea en muchos festivales.
J.B. Como habéis dicho, no es fácil. La música clásica es una temática digamos mainstream, pero lo vamos a intentar.
Jaime Ballada: No. No la conocíamos. Nos la descubrió, un poco por casualidad, Daniel Blanch, presidente de la Asociación Joan Manén. Al conocerlo a él, conocimos al personaje y quedamos fascinados.
Daniel Torres: No solo por el propio Joan Manén sino por todo lo que la Asociación estaba consiguiendo en su cruzada por recuperar su legado. Quedamos fascinados por la pasión y la dedicación con la que trabajan para sacar del olvido a este genio.
B.C. ¿Teníais ya experiencia en documentales sobre músicos y sobre música clásica?
D.T. Sí. En 2011 presentamos el documental Isaac Albéniz: concierto fantástico, rodado en Polonia.
J.B. Tanto musical como cinematográficamente hablando, el mundo de la música clásica tiene un potencial enorme.
D.T. Aparte de poder disponer de unas bandas sonoras exquisitas e impagables.
B.C. ¿Cómo es el Joan Manén que aparece en el documental?
J.B. De Joan Manén se dice que simpatizó con los nazis, que era arrogante, altivo y soberbio y que posiblemente fuera el mejor violinista de todos los tiempos. Ya fuese por su personalidad o por el escaso interés de sus descendientes por su legado, su figura ha quedado completamente relegada al olvido.
D.T. Nosotros, como documentalistas, nos dedicamos a observar cómo la Asociación Joan Manén va poniendo en su sitio todos estos mitos de forma que, al final, se nos presenta un Joan Manén absolutamente diferente al que hasta ahora se ha querido mostrar.
B.C. ¿Cuánto tiempo ha llevado el proyecto?
J.B. Durante cuatro años, hemos sido la sombra de los miembros de la Asociación Joan Manén. Buscar, encontrar y ordenar la obra de Joan Manén no es fácil. Y atreverse a tocarla es, en algunos casos, casi imposible.
D.T. La obra de Manén es descomunal. Este es un trabajo sin fin. Finalizamos el rodaje cortando por lo sano, pero no porque la actividad de la Asociación haya terminado ni mucho menos. Así que, un buen día, tomamos la decisión llevar todo lo rodado hasta el momento a la mesa de edición, donde se hizo el verdadero guión.
B.C. ¿Teníais una idea de lo que ibais a conseguir, o el resultado se ha ido encontrando "por el camino"?
J.B. En términos narrativos, la riqueza del documental ha ido ligada a la capacidad de la Asociación de ir consiguiendo sus objetivos. A medida que ellos han ido cosechando éxitos y fracasos, la historia ha ido cogiendo matices y giros que, por supuesto, los directores no esperábamos.
D.T. El trabajo de arqueología musical de la Asociación es imprevisible, así como las sorpresas que van encontrándose en el camino. La predisposición y la implicación de Daniel Blanch, Kalina Macuta y los demás miembros de la organización fue clave para poder terminar el documental.
B.C. De todos los testimonios que recogéis, ¿cuáles han sido los más reveladores para vosotros de quién era Joan Manén? ¿Y cuáles creéis que van a sorprender más a los espectadores?
D.T. Pretendíamos hacer una obra cien por cien coral, evitando las entrevistas, de modo que la historia se fuera hilvanando la historia a través de conversaciones.
J.B.- Sobre los testimonios más sorprendentes, hay muchos y muy variados. Yo destacaría dos. Por un lado, el de Samuel Castellanos, miembro de la Asociación y artífice de la recuperación de Joan Manén. Él solito, a los 16 años, comenzó a rondar los mercadillos de segunda mano reuniendo toda la información posible sobre Manén. El otro, el de María Victoria, sobrina de Manén, una persona muy clara y directa que le da muchísima vida al personaje.
B.C. ¿Nunca tuvisteis miedo de las dificultades de hacer imágenes sobre algo que, por definición, no las tiene, como es la música?
J.B. Desde el principio teníamos claro que nuestro verdadero protagonista eran los miembros de la Asociación. Por tanto, no estamos hablando de un biopic: son ellos quienes nos interesan. Nuestras cámaras estaban con ellos. Pero sí, ha sido una dificultad no disponer de imágenes de Joan Manén.
D.T. De hecho, las únicas imágenes fílmicas que se tienen de él son 2 minutos de metraje que están en propiedad de RTVE. Lamentablemente, no ha sido posible llegar a un acuerdo con ellos para su inclusión en el documental.
J.B. Algún día habría que revisar las políticas de cesión de imágenes que este ente público esgrime ante todos los que, humildemente, llamamos a sus puertas con más vocación que presupuesto.
Kalina Macuta y Daniel Blanch, protagonistas del documental |
D.T. Sí, ahora mismo estamos inmersos en esa ardua tarea. Nuestra intención es dedicarle un año de seguimiento para intentar que el documental se vea en muchos festivales.
J.B. Como habéis dicho, no es fácil. La música clásica es una temática digamos mainstream, pero lo vamos a intentar.
B.C.¿Tenéis algún nuevo proyecto ya en mente?
J.B. Tenemos varios proyectos abiertos. Uno de ellos, relacionado también con la música, esperamos lanzarlo este 2017 en formato docu-serie de, quizás, más de 100 capítulos.
D.T. Se trata de un proyecto rodado en la costa oeste de Estados Unidos y Canadá sobre la cultura musical folk americana y su arraigo social. Aún estamos viendo cual sería el canal adecuado para un formato como este. Se aceptan sugerencias.
¿Un ente estatal como RTVE niega imágenes para un documental sin ánimo de lucro?
ResponderEliminarMe parece increíble.
Es verdaderamente increíble e indignante.
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