Barcelona Clásica: Regina Chernychko, ganadora de la última edición del concurso de piano Maria Canals: "La música nos ayuda a perseguir los sueños"

lunes, 19 de enero de 2015

Regina Chernychko, ganadora de la última edición del concurso de piano Maria Canals: "La música nos ayuda a perseguir los sueños"


Fotografía: Oliver Adell - Concurso Maria Canals

Regina Chernychko es una pianista ucraniana que en la edición 2014 del concurso internacional de piano Maria Canals, que se celebra cada año en Barcelona, se alzó con el primer premio.
No era la primera vez que Regina, de solo 28 años, conseguía un reconocimiento internacional. En su palmarés ya figuran premios de piano de Nueva York, Milán y Zurich, así como un extenso currículum de actuaciones con orquestas de toda Europa.
Hoy martes Regina ofrece un concierto en el Auditori. Con ella conversamos sobre música, concursos de piano y la compleja situación política en Ucrania.


Barcelona Clásica: Fuiste la ganadora de la última edición del concurso internacional de piano María Canals. ¿Qué ha aportado este galardón a tu carrera en los últimos meses? ¿Ha servido para fortalecer tu vínculo con Barcelona y Cataluña?
Regina Chernychko: Este concurso da la oportunidad de estar sobre el escenario, algo esencial para cualquier músico. A raíz del concurso, he conocido a muchas personas en Cataluña y algunos se han convertido en buenos amigos. He de reconocer que me enamoré de Barcelona desde mi primera visita y siempre me hace feliz actuar aquí.
B.C. El María Canals no es el primer premio internacional de piano que ganas. ¿Cómo consigues actuaciones de tanta calidad pese a la presión que supone tocar frente a un jurado?
R.C. La verdad es que no conozco el secreto. Normalmente, soy muy exigente conmigo misma y por eso rara vez quedo verdaderamente satisfecha de mi interpretación. Cuando actúo en un concurso, no pienso ni en el jurado ni en los demás pianistas participantes. Tanto si les gusta como si no, siempre busco ser fiel a mis decisiones sobre lo que debe ser la música y a mis propias sensaciones.
B.C. Explícanos el programa que ofrecerás en el Auditori. ¿Qué destacarías de cada pieza?
Fotografía: Oliver Adell
Concurso Maria Canals
R.C. [Tomando la tonalidad de cada obra] ¡Sol menor – Mi menor – Do sostenido menor! La tonalidad conjunta de las piezas crea un acorde disminuido que fluye de forma natural hacia la oscuridad y el dramatismo.
Creo que la sonata de Clementi es muy hermosa y moldeable y me parece injusto que su obra no tenga el reconocimiento que merece en los repertorios actuales. No deberíamos olvidar que su trabajo para el piano influyó mucho en sus contemporáneos.
Le seguirá la suite “Le Tombeau de Couperin”, de Ravel, que fue compuesta en el periodo de entreguerras. Se trata de una declaración de modernidad escrita en una forma clásica. Cada parte de la sonata está dedicada a la memoria de un compañero de armas de Ravel y la composición en conjunto puede entenderse como un “hommage” en honor de los héroes caídos por Francia.
La segunda parte del concierto revisará los Estudios Sinfónicos de Schumann, que se interpretarán junto con los Estudios Póstumos, entremezclados con las 12 variaciones principales. Schumann empezó a trabajar en los Estudios Sinfónicos en 1834 y la segunda versión se estrenó en 1852. “Has hecho bien en no tocar mis “Études””, dijo Robert a su esposa, Clara. “No son apropiados para el público general y no estaría bien que me quejara de que la gente no las entiende. Porque no están hechos para el éxito y solo deben tocarse por ellos mismos.” Estas piezas cerrarán el concierto, porque es música que no dejará nada sin expresar.
B.C. Estas piezas, ¿son parte habitual de tu repertorio o empezaste a trabajar en ellas hace poco?
R.C. Algunas de ellas están en mi repertorio desde el año pasado y otras las incorporé hace más tiempo. De todas maneras, siempre que te aproximas a piezas como estas, es como si empezaras de cero, porque a medida que vas madurando como persona adquieres nuevas ideas y desarrollas nuevas visiones.
B.C. ¿Qué podrías decirnos de tus proyectos actuales? ¿En qué estás trabajando ahora y qué expectativas tienes para los próximos 2 ó 3 años?
R.C. Fue muy buena la experiencia de colaborar con Henrik Nánási y la Bruckner Orchester en Linz en diciembre de 2014, con la interpretación del concierto para piano Nª 1 de Chopin. También disfruté muchísimo tocando en el MNAC y en unos días interpretaré el concierto para piano nª 4 de Rachmaninoff con la Stuttgart State Orchestra.
También me hace mucha ilusión actuar en una serie de recitales de música francesa con la violinista noruega Anna Margrethe Haugland Nilsen en Noruega y en Málaga, en la sala Unicaja de Conciertos Maria Cristina y en el Petit Palais de París. Tengo también varios compromisos de recitales y conciertos con orquestas en toda Europa. Y espero con muchas ganas un tour en China y la próxima grabación de las Sonatas de Soler para el sello Naxos.
B.C. ¿Qué te gustaría que los jóvenes pianistas que participen en la próxima edición del premio María Canals piensen cuando te vean actuar?
R.C. Me gustaría que abrazaran la sensación de actuar sobre el escenario. La música no solo es la clave para entender los sentimientos de las personas que la escribieron, sino que nos ayuda a entender nuestra propia naturaleza y a perseguir nuestros sueños.
B.C. Europa del Este es bien conocida por el alto nivel de su educación musical. ¿Qué consideras más importante para la formación de un pianista profesional?
R.C. La formación musical desde edad muy temprana es uno de los factores más importantes, pero no es el único. En mi caso, la mayor influencia fueron mis padres. Mi madre es pianista en el Teatro de la Ópera y una reconocida artista en Ucrania y mi padre es director de producción en el mismo teatro. Siempre ha habido música en casa y el Teatro de la Ópera ha sido como mi segundo hogar desde que era niña. Adoro estar en el escenario y en el “backstage”, y conocer a los talentos que allí actúan.
B.C. ¿Crees que la actual situación en Ucrania puede ser un problema para los jóvenes músicos? ¿Cómo crees que evolucionará la situación en el futuro?
R.C. El momento actual en Ucrania es muy difícil y se cobrará un alto precio – estoy segura de que ya lo está haciendo – en la financiación de las escuelas públicas de música, que ya afrontaban un montón de problemas. De momento, en este sentido, no veo ninguna tendencia positiva en mi país. Sin diálogo, no habrá paz, y las sanciones tendrán un impacto en las relaciones entre Estados, además de alimentar el conflicto y de convertirse en un nuevo obstáculo. En mi opinión, Europa debería intentar mediar más que posicionarse en un bando.
Creo que ahora, más que nunca, los músicos debemos estar unidos y cooperar entre nosotros, en lugar de decir cosas como que “ya no tocaré a Tchaikovsky o Rachmaninoff” o “ya no iré a actuar a Ucrania”.

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