Vaya por delante que una está feliz de ver semejantes
programones en la cartelera musical de Barcelona.
Hoy a las 21.00, en
el Auditori, Jordi Savall ofrece su primer concierto del año en Barcelona,
con su orquesta Le Concert des Nations y La Capella Reial de Catalunya. Les
acompañan tres solistas masculinos: los contratenores Pascal Bertin y David Sagastume y el tenor Nicholas Mulroy.
Cabe hacer una mención especial a Pascal Bertin. El contratenor es conocido no solo por su especialización en música del Barroco al lado de directores como John Eliot Gardiner y el mismo Savall, sino también por formar parte de otros proyectos de difusión cultural más populares, como un intento de réplica a cierta fórmula de éxito llamada “Los Tres Contratenores”, en la que compartía cartel con Andrea Scholl y Dominique Visse.
Sobre la obra, la Missa Salisburgensis, considerada anónima
durante mucho tiempo y ahora atribuida a Heinrich Ignaz Franz von Biber, he
leído algunas reseñas estos días que la presentan como una de las cimas del
Barroco. La verdad es que una es una ignorante total en muchas cosas, y
especialmente en música barroca, así que he de reconocer que no había oído
hablar nunca de ella. Me consuelo pensando que no seré la única. Si alguien
sufre del mismo mal, le avanzo que existen algunas grabaciones disponibles en Spotify, incluyendo
una de la
Escolania de Montserrat.
Basta una audición superficial para comprobar que la pieza
bien vale los elogios de los especialistas y que merece ser más conocida. Además,
este excelente artículo de Martí
Sancliment ayuda mucho a entender la complejidad de la obra, que es un intento
de transformar en música la estructura arquitectónica de la catedral de
Salzburgo.
Pues, casi al mismo tiempo que en el Auditori suena la
polifonía de Biber, en
el Palau de la Müsica tenemos una de esas obras que sí conocemos los
aficionadillos al Barroco de nivel 1: El
clave bien temperado, de Johan Sebastian Bach. El solista, el francés Pierre-Laurent
Aimard, es una figura internacional del piano cuya interpretación de Bach ha
sido elogiada
hasta en el New York Times. De
gira por España, los atentados en París al semanario Charlie Hebdo le pillaron en Oviedo y su
dedicatoria a las víctimas emocionó al público.
Una, que tan pocas cosas sabe sobre el mundillo musical, no
puede dejar de preguntarse cómo es posible que dos propuestas musicales así se
programen el mismo día a la misma hora. ¿Tanta demanda de música barroca hay en
Barcelona? ¿No es posible coordinar mejor las agendas y colocar dos conciertos
que pueden atraer a un mismo tipo de público en días distintos?
Veremos qué dice la crítica de la afluencia a las salas. Quien no pueda asistir presencialmente, puede seguir el concierto de Jordi Savall por Catalunya Música.
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