Las Residencias Musicales de La Pedrera están
organizadas de forma que el tercer domingo de cada mes un joven músico ofrece un
concierto con una propuesta artística y un repertorio diseñados por él mismo. El
artista “residente” cambia cada tres meses. Este trimestre es el turno del
clarinetista Víctor de la Rosa, de quien ya hablamos con ocasión de su primer concierto en la emblemática Casa Milà.
Un mes después, Víctor vuelve mañana a La Pedrera para la
segunda cita de su Residencia Musical. Si en enero, en su presentación, optó
por un concierto en el que su instrumento fuera el protagonista absoluto, esta
vez ha elegido ofrecer un dueto de clarinete y piano. “A diferencia del primer
programa, en el que el piano era un simple acompañamiento, aquí hay un trabajo
muy camarístico de clarinete y piano", explica.
El pianista seleccionado por Víctor es Óscar Caravaca, a
quien le unen muchas horas de música en común: “Nos conocimos en Mallorca,
estudiando el grado superior, y juntos hemos hecho muchos conciertos y concurso.
El año pasado ganamos el segundo premio del concurso de música de cámara de
Sitges y hemos hecho giras por España con las Juventudes Musicales."
“Weber supone el inicio del Romanticismo, todavía muy ligado
a la ideología del Sturm und Drag, pero con un lenguaje todavía bastante
operístico”, dice Víctor sobre la pieza que abrirá el concierto, el Gran Duo Concertante
para clarinete y piano del compositor alemán.
A quien le sorprenda la elección de Alban Berg, Víctor
declara: “Tiene la etiqueta de «música contemporánea por ser del siglo XX, pero, para mí, es todavía romanticismo, aunque cambie la organización de la notas.
Berg ya no tiene la tonalidad romántica, pero el lenguaje es totalmente
romántico.”
Sobre Guinovart, Víctor comenta: “Quería presentar la revisión
de un gran compositor catalán de las Fantasías sobre temas de goyescas de
Granados. Es una gran versión de clarinete y piano que espero que guste al
público.”
El repertorio se cierra con, esta vez sí, un nombre más
frecuente en los programas románticos: Brahms. Como Víctor afirma, “la Sonata núm. 1 es una obra
muy madura, de las últimas que compuso. Estamos ante un lenguaje muy distinto,
con unas texturas armónicas más rebuscadas y profundas."
Definitivmente, el segundo concierto de Víctor de la Rosa en La Pedrera es una excelente oportunidad para
conocer nuevos registros del repertorio romántico y del clarinete, un
instrumento que pocas veces aparece como cabeza de cartel en la programación musical.
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